Protagonistas de la Historia – Oscar “El Negro” Quiroga

Como en muchos clubes náuticos del pasado, el nuestro también tuvo sus personajes, que fueron parte de su vida social…. Sin ser socios. Estoy hablando de aquél cantinero llamado Oscar Quiroga (El Negro) concesionario de la cantina que funcionó desde el año 1937 hasta el 30 de abril de 1952. Su mayor actividad se producía en la temporada de verano dentro del “edificio social” (el chalet-galpón) hasta el 19 de diciembre de 1943 que pasó al nuevo recién inaugurado. Duró 15 años en calidad de cantinero, único proveedor de aquellos sándwiches de salame y queso acompañados de un vaso de vino o una “naranjada” Bilz o Crush o una Quilmes que la mayor parte de los clientes consumían “al fiado”.

Este hombre se destacaba por su nobleza y parsimonia, pero gran amigo de gastar bromas sin medida. Recuerdo su famoso almohadón de cuero que colocaba sobre esas sillas tijeras de hierro, en especial a los visitantes, que al sentarse producía un sonido sonoro desagradable, que hacía sonrojar a cualquiera. O su famoso “Libro de Visitas” con tapas de cuero y hojas doradas que, al abrirlo emergía un pene de madera como un resorte. Más de uno se enojaba.

Pero la anécdota más sabrosa, fue la broma que le gastó a Don Carlos Saliva, quién acostumbraba a pasar por la cantina, tomar un puñado de maníes de una lata cuadrada. Eran esos maníes con cáscara, tan comunes en esos tiempos. “El Negro Quiroga”, que no ignoraba esa situación, con paciencia se tomó la revancha. Saliva era Directivo y decidió curarlo. ¿Qué hizo? Llenó con agua la lata hasta el borde y la cubrió con cáscaras que flotaban en la superficie. Y llegó el momento, como todos los días, manoteó los maníes, pero su mano se fue hasta el fondo de la lata. Saliva aguantó la mojadura, se quedó en silencio mientras “El Negro” disfrutaba socarronamente la lección. Pero también hubo otros “cantineros”. Esto ya es otra historia.

Jordan Cucit (*)