La Selección de Pergamino consiguió la clasificación al Provincial de Cadetes al ganar ayer en nuestra ciudad el Zonal de la Zona I de la categoría que se desarrolló desde la mañana y hasta la noche en el estadio Fortunato Bonelli del Club Belgrano. En el partido decisivo del torneo, los pergaminenses vencieron a San Nicolás por 84 a 63, quedándose con la única plaza que otorgaba esta competencia para participar de la máxima cita bonaerense que se llevará a cabo en Junín del 10 al 13 de julio.
Previo a la "final", tanto Pergamino como los nicoleños habían vencido al representativo de la Asociación de Zárate-Campana, ganando ambos el derecho a definir el campeonato en el último encuentro. Allí prevaleció el poderío del conjunto dirigido por Ricardo Palacio que desde comienzo a fin dominó el trámite y que no mostró dudas en su intento por quedarse con el título regional.
Los dos ganadores
El certamen comenzó bien temprano con el triunfo de Pergamino sobre Zárate-Campana por 79 a 61. En el ganador, fueron goleadores Manuel Enrique (29 puntos) y Tomás Zanzottera (21), mientras que Dente (20) fue el máximo anotador del combinado zaratense.
En el segundo cotejo, San Nicolás tenía la necesidad de ganar para llegar con altas posibilidades de consagrarse campeón, puesto que en el cierre de la jornada debía jugar con Pergamino.
Y, si bien erró mucho y sufrió más de la cuenta, dio un primer paso positivo la formación orientada por Juan Páez, ganando 90 a 86, merced a las actuaciones de Caffesse y Podestá, determinantes en el último cuarto (anotaron 24 de las 32 unidades de su equipo) y al aporte destacado del sampedrino Aldama en el juego interior, tanto en defensa como en ofensiva. Voltatorni, además, fue importante en el segundo tiempo con su decisión para atacar el canasto rival. El perdedor dependió de los arrestos individuales de Devoto, Dente y Giordaneli y se despidió de la competencia con dos derrotas.
En ese partido, San Nicolás sacó provecho de la diferencia de tamaño y estatura que existía entre algunos de sus jugadores (caso Aldama, Andollo o Banega) y los de Pergamino.
No pudo repetir
Muy distinta fue la situación más tarde, cuando el seleccionado local debió medir fuerzas con un plantel compuesto por todos chicos de buen porte, muy parejos en su rendimiento, aunque con un par de jugadores desequilibrantes.
Pergamino le sacó un rédito total a su recambio y prácticamente no le dio oportunidades a su adversario, al que derrotó con claridad. Palacio propuso una defensa zonal durante gran parte del encuentro, sistema que San Nicolás no pudo quebrar. A Caffesse se le cerraron los caminos para penetrar, casi no tomó lanzamientos y los internos, ahora jugando en igualdad de condiciones con su rival, no estuvieron finos en cercanías al aro. Enrique ganó el duelo con Aldama de un lado y del otro de la cancha, convirtiéndose con el correr de los minutos en el hombre más importante de su equipo. Pero los pergaminenses nunca dependieron exclusivamente de su aporte. Cuando no fue Enrique, fue Bolívar el que lideró a los suyos o, en su defecto, Zanzottera. Y el resto acompañó en buena forma, apareciendo cuando el desarrollo requería de su participación.
Los "Amarillos" corrieron desde atrás desde el inicio y recién pudieron preocupar seriamente a los de Palacio en el tramo final del tercer cuarto, cuando metieron un parcial de 8-0 y quedaron a 10 en el tanteador (51-61). Sin embargo, Pergamino se rehabilitó rápidamente y volvió a poner las cosas en su lugar para ya no cesar en su actitud ganadora.
San Nicolás se quedó en la voluntad y la clase de Podestá y nada más. Pergamino fue mucho más que ganas y empuje y terminó festejando en rodeo ajeno.